Recientes estudios analizaron los efectos de “la enfermedad de la prisa”, que todos conocemos por estrés. Aseguran que una de las actividades en las que el ser humano experimenta mayores niveles de estrés, es la política. Cómo manejarlo para evitar el envejecimiento prematuro.
Según estudios basados en más de 20 años de experiencia clínica en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford y la Universidad de Maryland, se está llegando a nuevas conclusiones sobre lo que hoy denominamos: “La Plaga Moderna del Estrés o La Enfermedad de la Prisa”, que envejece y además puede matarnos.
Es un estudio interesante que analiza en profundidad, cómo manejar el estrés en forma adecuada, en un mundo en que la confusión emocional es una epidemia y el tiempo es limitado.
Según sus autores, existe una serie de destrezas vitales para el manejo del estrés que pueden aprenderse, ponerse en práctica, y obtener resultados inmediatos.
El estrés forma parte de nuestras vidas. Nadie puede evitarlo. Es la forma natural en que nos preparamos para enfrentarnos a las exigencias de la vida. Es una reacción mental física, emocional y espiritual ante los retos de la vida cotidiana.
Todo lo que hacemos genera estrés: levantarnos de prisa para ir al trabajo, preparar el desayuno, conducir un auto (aun más si tienes prisa por llegar), llegar a tiempo al aeropuerto para tomar un vuelo, las turbulencias durante el vuelo, la desesperación por llegar al punto de destino. En fin, somos esclavos de nuestra propia prisa. El problema no radica en el estrés, sino con qué frecuencia lo experimentas, y qué habilidades has desarrollado para enfrentarlo.
Según nuestros estudios en LifeStyle Medicine (Universidad de Harvard) una de las actividades en las que el ser humano experimenta mayores niveles de estrés, es la política (sobre todo los cargos ejecutivos) y en todo lo que de ésta se deriva: marchas, mítines, caravanas, concentraciones, propaganda gráfica, radial, escrita y televisiva, generan estrés a los políticos y a la población en general.
No olvidemos las enfermedades que padecieron nuestros presidentes en la Argentina, seguramente el estrés y la poca posibilidad de controlarlo pusieron en jaque más de una vez la salud de nuestros gobernantes.
Para los políticos, la actividad es un proyecto siempre inconcluso, y muchas veces en lugar de reconocer cuánto hemos logrado cada día, nos concentramos en todo lo que falta por hacer.
En política nunca se siente que se ha hecho lo suficiente, y nos enfrentamos permanentemente a un flujo interminable de responsabilidades continuas.
Los políticos duermen pocas horas, se levantan temprano, evitan divertirse y hacen esperar a sus seres queridos.
Imaginemos sólo un instante los niveles de estrés que habrán soportado las grandes figuras políticas de la historia: Winston Churchill, a propósito de la Segunda Guerra Mundial; John F. Kennedy, cuando tomó las riendas del país más poderoso de la Tierra en 1961; Iosif Vissarionovich Dzhugashvili, más conocido con el sobrenombre de Stalin (que significa hombre de acero).
Hoy nuestro equipo de estudios en el hospital de Massachusetts está observando que este estrés podría producir un envejecimiento celular (estrés oxidativo) con rangos de 9 a 15 años por encima de lo estándar.
Fuente: Infobae
18 mar 2012
"El secreto de la felicidad"
El secreto de la felicidad
Hace muchísimos años, vivía en la India un sabio, de quien se decía que guardaba en un cofre encantado un gran secreto que lo hacia ser un triunfador en todos los aspectos de su vida y que, por eso, se consideraba el hombre más feliz del mundo.
Muchos reyes, envidiosos,le ofrecían poder y dinero, y hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano. Mientras más lo intentaban, más infelices eran, pues la envidia (*) no los dejaba vivir.
(*=envidia sentimiento negativo que no te deja ser feliz)
Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz. Un día llego ante él un niño y le dijo: "Señor, al igual que tú también quiero ser inmensamente feliz. "Por qué no me enseñas que debo hacer para conseguirlo?"
El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo: "A ti te enseñaré el secreto para ser feliz.
Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y estos son mi mente y mi corazón, y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida".
El primer paso, es saber que existe la PRESENCIA DE DIOS en todas las cosas de la vida, y por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todas las cosas que tienes.
El segundo paso, es que debes quererte a ti mismo, y todos los días al levantarte y al acostarte, debes afirmar: yo soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer.
Este paso se llama autoestima alta.
El tercer paso, es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres, es decir, si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas
vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas.
Este paso se llama motivación.
El cuarto paso, es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra tu las tuyas.
El quinto paso, es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te dejaría ser feliz; deja que las leyes de Dios hagan justicia, y tú perdona y olvida.
El sexto paso, es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo a las leyes de la naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.
El séptimo paso, es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.
Y por último, levántate siempre con una sonrisa en los labios,observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; ayuda a los demás sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos el secreto para ser
triunfador y que de esta manera, puedan ser felices".
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