18 sept 2010

Hijos de la luz


TODA persona razonable puede ver que, en lo que se refiere a este mundo, algo marcha muy mal. Aunque la gente en todas partes quiere disfrutar de la vida, un sinnúmero de cosas actualmente impiden que lo haga.
Por ejemplo, con la constante subida de los precios, se hace cada vez más difícil ganar lo suficiente para llevar una vida moderada. Además, las familias están afligidas por crímenes, disolución de familias, pobreza, desórdenes civiles, guerras y otros problemas.
A medida que aumentan las presiones de la vida, más y más personas expresan la opinión de que estos problemas no tienen solución, dicen que absolutamente no hay salida. Y esto es precisamente lo que Jesucristo predijo acerca de nuestros días cuando dijo que habría “sobre la tierra angustia de naciones, no conociendo la salida.”—Lucas.21:25.
¿Se siente usted desanimado debido a los muchos acontecimientos deprimentes que han ocurrido en los asuntos del mundo durante su vida? Muchas personas responderían que sí. Sin embargo, cuando se consideran a la luz de la profecía bíblica, estos mismísimos sucesos sirven como fuente de gran ánimo y esperanza para el futuro.
¿Por qué? Porque todos estos sucesos son parte de la gran “señal” de los tiempos que Jesús dio en profecía. Esa “señal” marca la era en que vivimos como única en la historia humana, pues es la última en que se experimentarán tales condiciones de angustia. —Mateo.24:3.
Jesús dijo que esta era comenzaría con una serie de sucesos mundiales sin precedente. Declaró: “Se levantará nación contra nación y reino contra reino.” También dijo que, entre otras cosas, habría “grandes terremotos, y en un lugar tras otro pestes y escaseces de alimento.”—Mateo.24:7; Lucas.21:10,11.
¿Qué dirección debemos dar a nuestros esfuerzos para resultar victoriosos en esta lucha? Pablo, el apóstol de Jesús responde por medio de instarnos a ‘hacernos poderosos en el hombre que somos en el interior con poder mediante el espíritu de Dios.’ Este es un campo en el cual tenemos que trabajar, a saber, el ‘hombre interior,’ lo que somos por dentro, en la “persona secreta del corazón.” Tenemos que fortalecer esto. ¿Cómo? La clave está en el siguiente versículo: “Que mediante la fe de ustedes el Cristo more en sus corazones con amor.” Efesios.3:16,17; 1Pedro.3:4.
Entonces, es vital el estudio personal y el meditar en la Biblia para que podamos estar “arraigados y establecidos sobre el fundamento, a fin de que [seamos] enteramente capaces de comprender con todos los santos cual es la anchura y longitud y altura y profundidad” de la verdad de la Palabra de Dios, y particularmente en lo que se refiere al ejemplo de amor que suministraron la vida y las enseñanzas de Jesucristo. Lo que está profundamente arraigado no puede ser fácilmente arrancado; lo que está establecido sobre un fundamento sólido no puede ser removido con facilidad. Por eso, tenemos que mantener fuerte nuestra ‘raíz y fundamento’ espiritual por medio de dejar que el conocimiento de Cristo fluya profundamente dentro del “hombre que [somos] en el interior.”—Efesios.3:17,18.
El apóstol Pablo habló acerca de la “regulación mental del Señor.” Literalmente, las palabras originales significan poner dentro del individuo la mente de nuestro creador como influencia controladora o reguladora. Esfuércese por edificar una relación con Dios, para que llegue a rechazar formas degradantes de entretenimiento así como toda conducta incorrecta.
En el caso de todos nosotros, es un asunto entre nuestro padre celestial y nosotros. Por eso, que los del pueblo de Jehová no olviden quiénes son, a saber, ‘hijos de la luz.’ Continúen andando como iluminadores ahora, disfrutando de una vida feliz y satisfaciente, y disfruten de la perspectiva de recibir una eternidad de felicidad en un estimulador nuevo sistema de brillo moral que pronto será una realidad.

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